Los japoneses llaman a Japón así: Nipón. Y es llamada local.
Corre, corre corre
Corre de mi mano
Corre corre corre
No me sueltes
Corre corre corre
Sigue a mi ritmo
Corre corre corre
Esquiva ese arbol.
Corre corre corre
Sonríeme.
Corre corre corre
Dime que me quieres
Corre corre corre
No dejes de correr
Corre corre corre
El bosque es nuestro
Corre corre corre
Ahora nadie nos ve
Corre corre corre
Sonríe
Corre corre corre
Grita
Corre corre corre
Se feliz
Corre corre corre
Nos aceramos
Corre corre corre
Mirame
Corre corre corre
Dime que me quieres
Corre corre corre
Dime que me quieres
Corre corre corre
Dime que me quieres
Corre corre corre
Dime que me quieres
Corre corre corre
Dimelo una última vez
Corre corre corre
Ya casi estamos
Corre corre corre
Acariciame con tu mirada
Corre corre corre
Estamos en medio del bosque
Corre corre corre
Vamos a llegar
Corre corre corre
Dime que me quieres
Corre corre corre
¡Ya está aquí!
Corre corre corre
Ya estamos en él
Salta salta salta
Y ya está.
Cae cae cae
Ahora sólo dejate caer
Duerme duerme duerme
Deja de luchar
Duerme, duerme duerme
En unos segundos todo habrá acabado
Duerme duerme duerme
No llores
Duerme duerme duerme
Rabiertas: Rabieta con un espectro de motivos muy amplio.
Los elfos se enfrentaron contra la temible raza de los onanitos, los enanos masturbadores más turbadores de toda la tierra media.
Entre los hombres que van tras muchas mujeres podemos distinguir fácilmente dos categorías.
Unos buscan en todas las mujeres su propio sueño, subjetivo y siempre igual, sobre la mujer. Los segundos son impulsados por el deseo de apoderarse de la infinita variedad del mundo objetivo de la mujer.La obsesión de los primeros es lírica: se buscan a sí mismos en las mujeres, buscan su ideal y se ven repetidamente desengañados porque un ideal es, como sabemos, aquello que nunca puede encontrarse. El desengaño que los lleva de una mujer a otra le brinda a su inconstancia cierta disculpa romántica, de modo que muchas mujeres sentimentales pueden sentirse conmovidas por su terca poligamia.
La segunda obsesión es épica y las mujeres no ven en ella nada conmovedor: el hombre no proyecta sobre las mujeres un ideal subjetivo; por eso todo le resulta interesante y nada puede desengañarlo. Y es precisamente esa incapacidad para el desengaño la que contiene algo de escandaloso. La obsesión del mujeriego épico le produce a la gente la impresión de que no se ha pagado nada a cambio de ella (no se ha pagado con el desengaño).
Debido a que el mujeriego lírico persigue siempre al mismo tipo de mujeres, nadie se da cuenta de que cambia de amantes; los amigos le crean permanentemente conf lictos porque no son capaces de diferenciar a sus amigas y les atribuyen siempre el mismo nombre.
Los mujeriegos épicos (y por supuesto que Tomás es uno de ellos) se alejan cada vez más, en su búsqueda del conocimiento, de la belleza femenina convencional, de la que se han hartado rápidamente, y terminan indefectiblemente como coleccionistas de curiosidades. Saben que lo son, les da un poco de vergüenza y, para no poner a los amigos en aprietos, no suelen salir públicamente con sus amantes.
La insoportable levedad del ser. Milán Kundera
Diógenes decía, ya en el 413 antes de navidad que «todo acontece de manera fatal y es inevitable». Según lo repetía un perro comenzó a perseguirle. Logró Diógenes escalar a tiempo un árbol y esperó a que lo llamara el dueño.
-Te has equivocado. Si todo sucede mal, ¿Cómo es que no te ha mordido el perro?- Preguntó el dueño.
-Lo que es seguro es que me subiría al árbol y alguien me lo reprocharía- Respondió Diógenes
Cuando subí al tren nos abrazamos, un abrazo largo y agradable. La revisora nos preguntó si yo era su acompañante. Le dimos los billetes y, según íbamos a la habitación, ella delante, con su espesísimo pelo rojo en dos coletas y unos vaqueros se dió la vuelta, mostrando la sonrisa más bonita del mundo y me besó. Un pico con sabor a Trident Regaliz. Después subimos a la litera y allí seguimos. Sus besos eran una mezcla de chicle de regaliz y fortuna 25.
-Siempre estás pensando en tocarle las narices a tus compañeras.
-No. Las narices no
Poner las frases
en varias lineas
para que parezca
poesía
-¿Nos vamos a vivir juntos?
-¿No es muy pronto?
-Son las 20:00
Te quiero idiota
«Sólo por si acaso» en inglés se dice «Just in case»
«Sólo por si Timberlake», se diría «Just in Timberlake»
«Sólo por si hombre hapagado» se diría, por tanto «Just in Hoffman»
Hoy hemos tenido la feliz idea de ir a comer a un japonés.
Decía: «No comel. Yo no lico».
Pero como no entendemos japonés nos lo hemos comido.
Había una taxista con cara de lista, que jamás tomó partido por ningún partido.
«El partido de la izquierda esto, el partido de la derecha aquello, el partido del medio bla, bla bla bla, bla ble bli, ble bli blo, bli blo blu»
Un día, un cliente, partido de risa, le metió prisa: «Y si tanto sabe como hacerlo, ¿Porqué no nos permite verlo?» ¿No se cansa de arreglar el mundo desde aquí?.
Cuando paró con mucho tino en el destino y el cliente atrevido hubo partido, la altiva taxista, como pensativa artista, realizó unas llamadas en las que no dijo bobadas.
Al día siguiente el mundo estaba arreglado.
Esta historia es verdadera, pero aun no ha sucedido.
«Salud, dinero y amor. No tengo ninguna de las tres cosas. Estoy preparado para la vida moderna».
Yo:
Voy a suspender tres. El día 3 te llamo
R
Que putada
Yo
Si no quieres no te llamo
Los adolescentes se creen los mejores, se creen el centro del universo.
¡Cuan confundido está un adolescente!
No son el centro del universo ni los mejores por la simple razón de que ese soy yo.
Y es que todos los hombres vienen del mono, menos yo, que vengo del Dolby 7.1