Yo:
¿Cuando se muera Pinochet dirás lo mismo?
Energúmeno nº 1 de nick kilométrico.
a, eso no se a muerto ya?
Yo:
Que va. Sigue vivito y coleando
Energúmeno nº 1 de nick kilométrico.
sk d la istoria d españa y asi aun no e estudiado na
-Un conductor ha atropellado a un amigo mío y luego han huido .
-Y cuando huyó ¿dejó las llaves puestas?
Un alumno que suspendió le gritó a mi padre: «Sé donde vives».
Mi padre, sonriendo, buscó en su cuadernillo de fichas de alumnos y dijo: «Yo también sé donde vives tu».
La idiotez debe ser esto: Poder entusiasmarse todo el tiempo por cualquier cosa que a uno le guste, sin que un dibujito en la pared tenga que verse menoscabado por el recuerdo de los frescos de Giotto en Padua.
Julio Cortazar
Uge dice:
La consola, además, es una cucada.
Ella dice:
bah, demasiado diseño y al final…
Ella dice:
para que te quede obsoleta en un lustro
Uge dice:
Más barato y más largo que una novia
Ella dice:
pero no te da calor
Uge dice:
Ni te hace llorar
Érase una mujer a unas tetas pegada,
éranse unas tetas superlativas,
éranse unas tetas globales y escribas,
érase un airbag muy bien inflado.
Era un balón de fútbol acompañado,
éranse dos embarazos algo altivos
éranse dos hipopótamos repanchingados,
era Pechón, en Cantabria, hiperbolizado.
Érase un doble barrigón de forma cervecera,
éranse unas pirámides de Egipto,
Veinticuatro Tribus de tetas era.
Érase un senísimo infinito,
muchísima teta, teta tan enorme
que en la cima de Babel la dejara pequeña
Mi casa no empieza por la puerta de entrada como otras, sino que lo hace por mi habitación.
Mi habitación tiene dos camas, una soporta a la otra pero no le importa, es su amiga.
Del techo cuelga un florescente tuerto y la pared, que también cuelga del techo pero toca el suelo con los pies, es adornada por varios retratos mios y dos posters de películas.
Hay una ventana que da a la a un patio interior. Yo pensaba que todas las ventanas de mi casa daban a patios interiores, pero no es así: Una vez estaba en un patio interior y miré a mi ventana y resultó que daba a mi habitación. Jamás lo habría sospechado.
También hay una minicadena que a veces le da por cantar, sobre todo por la mañana, pero no nos importa porque lo hace muy bien y a veces incluso nos cuenta las noticias sin que le preguntemos.
Mi mesa… mi mesa es un desastre, mejor salgo de la habitación para describir otra.
Las otras habitaciones las tendré que describir de memoria porque desde aquí sólo veo un armario que estaba en mi habitación, pero debía tener frio y se fue al pasillo rompiendo una columna. En el pasillo aun sigue con las caras de dos cíclopes sorprendidos mirando hacia el pasillo
La habitación de mis padres tiene dos camas que se querían tanto que se unieron y un espejo por el que siempre que miro se asoma un chico bastante feo. Pero es algo común en esta casa, pasa en todos los espejos.
Algunas puertas perdieron una parte de su cuerpo en una batalla que no me quieren contar y se pusieron un cristal para que no pasase el aire. Debe ser muy desagradable que el aire te atraviese un agujero en el cuerpo. Como también debe ser desagradable que miren a través de ti, el cristal es borroso.
Hay dos servicios, uno está cerca de mi habitación y a veces guiña un ojo y lo deja así mucho tiempo, pero últimamente observa todo con mucha atención.
En las paredes y suelo de este servicio hay atrapadas escenas antiguas, escenas modernas y escenas que no han llegado. Algunas de ellas nunca llegarán: Un dinosaurio desgarrando un trozo de carne, un hombre lanzando una bola con un extraño artefacto, una medusa de esas que no son venenosas, una patera que alguna vez contuvo a un pobre hombre y un mecha como Mazinger Z habitan el suelo.
Las paredes son más interesantes: Cuando las pusieron procuraron no juntar el cuerpo de un dragón que se ve clarísimamente para que no cobrase vida y así pudiésemos enseñárselo a todas nuestras amistades.
También nos pusieron un demonio, un señor sujetándose por un brazo de una cornisa y un hombre comiendo aceitunas.
La habitación de mi hermana está llena de objetos mágicos ya sin pilas. Tenía una cama que tornó en litera y volvió a ser cama, pero se cambió de sitio. También tuvo al primer aparato cantor de la casa, de esos que les metes una galleta y te cantan lo que pone, además le creció un frigorífico y una mesa con ordenador.
La entrada guarda un montón de cajitas llenas de secretos pero vacías de cosas materiales y un cachorrito de jirafa tan presumido que se dio un baño de oro y no se pudo volver a mover.
Dos angelitos guardan aquello que da vida a toda la casa y hay un gran espejo que en vez de mostrar la cocina muestra la misma entrada.
La cocina sigue igual desde que nací a excepción del frigorífico, que pensó que estaría mejor en casa de mi abuela y el lavavajillas, que se cansó de limpiar y tuvimos que despedirlo.
Para un cubierto no puede haber nada mejor que el lavavajillas: Después de una jornada laboral completa y de dormir junto a tantos cubiertos ¿Qué mejor que apoyarte en una pared y notar como te duchan con agua calentita?
Los platos y vasos que había en los armarios fueron suicidándose, especialmente cuando yo les agarraba y también fueron reponiéndose.
Detrás del micro-ondas se esconde la batidora. No debe ser agradable batir cosas con los pies, por eso está tan escondidita siempre.
Unos vasos rojos que antes usábamos para beber fueron encogiendo y ahora casi no cabe agua, así que ya no les usamos.
En mi despensa además de comida hay un tunel del tiempo debajo de la tabla de planchar, de tal manera que todo lo que cae allí desaparece por más que lo busques.
He de confesar que no sabemos si el tunel es espacial, temporal o espacio-temporal, porque ninguno tenemos ni idea de a donde van los objetos que se pierden
En mi salón hay una pequeña casa con unos personajitos que cada vez que les observamos se quedan parados parados, un montón de elefantes y criaturas del mar (lo que demuestra que Valladolid estuvo alguna vez cubierto por el mar). También hay una ventana de 28 pulgadas que da a todas partes, pero en general enfoca a lugares poco interesantes y la solemos acallar.
Había unos peces de colores, pero llegó una sirena de sal, se los comió, se bebió el agua y se quedó ahí a vivir. Por lo menos no come ni hay que limpiarla, pero ya que la damos alojamiento podría cantar.
El cuarto de estar tiene otra ventana como la del salón, más pequeñita, y un pedazito de selva que Eddie, un conejito, se comió dejando que la luz entrase a toda la casa. Supongo que también se comería los leones, porque no hay ninguno. La mesa del cuarto de estar es más tímida que la del salón, que un dia le dio por adelgazar y hacerse transparente enseñandolo todo. Aunque para compensar crece cuando quiere.
El estudio… el estudio es un secreto
Esto me pasó en Magisterio. Una profesora nos puso un ejercicio: «Apuntadme 10 aplicaciones de la aritmética y diez de la geometría» Yo empecé a apuntar: Aritmética: 1.Operaciones comerciales. 2.Ordenación 3.Medición 4.Aplicación para diferentes operaciones matemáticas y de otras ciencias 4.Mmmmm… para contar, no sé más Geometría 1.Diseño industrial y artístico 2.Aplicaciones arquitectónicas En estas estaba cuando la profesora anuncia el fin del tiempo del ejercicio y pide resultados. Uno de mis compañeros: Comprar tomates. Otro: Comprar el pan. Otro: Comprar pimientos. La profesora da el visto bueno y se pasa a las aplicaciones de la geometría, que son similares.
Otra:
-¿Y cómo distingo en español las palabras masculinas de las femeninas? -Por el artículo: Si le precede un el, son masculinas y si le precede un la, son femeninas, por ejemplo el águila, el hacha, la manguera… las dos primeras son masculinas y la última femenina. -Entonces, verdad es masculino, ¿No? -No: La verdad -Pero puedes decir: Ha sido el, ¿verdad?
Comedme la…
El gusto, cuando es malo, está en el culo.
¿Y dónde está cuando es bueno?
Una sencilla equivocación puso en guerra, durante más de un siglo, a una ciudad británica con una de las naciones más importantes del mundo. La pacífica pero prolongada guerra tuvo como protagonistas a Rusia y a la fronteriza ciudad de Berwick-upon-Twed.
A lo largo de los siglos, Berwick pasó alternativamente a poder de Escocia y de Inglaterra. En 1482, finalmente, la ciudad volvió a formar parte de Inglaterra. Pero a causa de su particular localización geográfico-histórica, la ciudad fue tradicionalmente considerada como una entidad aparte en todos los documentos estatales.
Cuando estalló la guerra de Crimea, Gran Bretaña declaró la guerra a la Rusia zarista, en nombre de la reina Victoria, soberana de Inglaterra, de Irlanda, de Berwick-upon-Tweed y de todos los dominios británicos.
La guerra terminó en 1856, pero debido a un descuido, el tratado de paz de París, firmado ese año, no hizo mención a Berwick.
Por lo tanto, la ciudad permaneció oficialmente en guerra con Rusia durante los 110 años siguientes, hasta que en 1966, un funcionario soviético hizo una visita especial de buena voluntad a Berwick, a fin de declarar la paz.
El alcalde de la ciudad, el consejero Robert Knox, contestó a las palabras del enviado del Kremlin: “Por favor, dígale usted a los ciudadanos soviéticos que por fin pueden dormir tranquilos”.
Es preciso decir como veo esta mesa, la calle, la gente, mi paquete de tabaco, ya que es esto lo que ha cambiado. Es preciso determinar exactamente el alcance y la naturaleza de este cambio. Por ejemplo, esta es una caja de cartón que contiene la botella de tinta. Habría que tratar de decir cómo la veía antes y cómo la veo ahora.
Bueno, es un paralelepípedo rectángulo Se recorta sobre… es estúpido. No hay nada que decir. Pienso que este es el peligro de llevar un blog*: Se exagera todo, uno está al acecho, forzando continuamente la verdad.
La nausea. Sartre.
*Diario en el original.
Yo, cuando puedo, eludo aludir
«menos mal que tenemos la costumbre, los seres humanos, de creer en la Historia, y recogemos datos de nosotros mismos: fotografias, tarjetas, recuerdos, numeros de telefono de gente, posavasos, etc. Huellas de nosotros mismos y de los demas»
.
Algunos sábados alguno de mis primos celebraba su cumpleaños. Esos sábados mis hermanos y yo íbamos López Gómez arriba. Mi hermano y yo de la mano de mi madre, mis hermanas delante. El recuerdo es siempre nocturno.
El portal tenía muchísimas escaleras empinadísimas que terminaban en un ascensor con pinta de antiguo, abierto por los lados para dejar ver como sube y baja.
Arriba nos recibía quien abriese y el gato y, tras un beso de cada uno de nosotros a cada uno de ellos los pequeños nos íbamos a la cocina y los mayores se quedaban en el salón.
La mesa de la cocina era una bacanal de dulces y sandwichs. Conguitos, patatas, bollería industrial, refrescos de todos los colores, etc. La norma no escrita decía que primero teníamos que comer, por lo menos, un bocadillo y luego ya podíamos arramblar con el resto.
Mi tía nos servía un dedo del refresco que pidiéramos y mientras la espuma se apartaba para dejar espacio a más bebida servía a otros y nos olvidaba, dejándonos con dos sorbos en el vaso.
Después de comer cada uno se iba a jugar con aquellos de su edad y nos volvíamos a reunir para comer la tarta y cantar el cumpleaños feliz, que no le gustaba a nadie, ni a los cantantes ni a los cantados.
Nos comíamos la tarta también por separado y seguíamos jugando hasta que, al final de la noche, mi madre nos hacía parar y recoger el juego para quedarse una hora más hablando con mi tía, haciéndonos esperar con el abrigo puesto en el recibidor.
A pesar de su nombre, la marsopa no es un marsupial.
Desapadecerte: Me duele que desaparezcas.
Primero hay que pedir un desayuno completo y un vaso de agua. Te tomas el desayuno, coges el agua y se lo lanzas al camarero. Después le intentas acertar con el vaso en la cara.
Así no sólo tienes tu desayuno, sino que además cobras.
Ella:
ooohhh. me acabo de enamorar de ti
UGe dice:
Sabía que dirías ooh
Ella:
sabia q dirias q sabias lo q iba a decir
Ella:
eres odioso
Ella:
me acabo de desenamorar
Si en este mismo instante me pongo a correr a la velocidad de la luz, llegaré a cualquier lugar del universo en este mismo instante.