Rosabella y Domingo
Rosabella y Domingo caminaban habitualmente solos por los alrededores de su ciudad. Tan temprana era su edad que aun les daba miedo expresar los sentimientos amorosos que cada uno sentía por el otro. En esto que Domingo atrapa una fabricante de nubes y se la da a Rosabella. -¡Pide un deseo, Rosabella! Rosabella lo piensa apenas un instante y sopla a la fabricante, viendo como marcha sobre los árboles. -¿Qué has pedido? -Salir contigo Domingo, contrariado por su malsana curiosidad se disgustó terriblemente -Oh, demonios… que mala suerte Rosabella, no me lo tenías que haber dicho, porque ahora ya no se te cumple.