La primera ley de Murphy
Diógenes decía, ya en el 413 antes de navidad que «todo acontece de manera fatal y es inevitable». Según lo repetía un perro comenzó a perseguirle. Logró Diógenes escalar a tiempo un árbol y esperó a que lo llamara el dueño.
-Te has equivocado. Si todo sucede mal, ¿Cómo es que no te ha mordido el perro?- Preguntó el dueño.
-Lo que es seguro es que me subiría al árbol y alguien me lo reprocharía- Respondió Diógenes