Está claro
Se acercó un escritor novato a Balzac (¿Por qué cada vez que voy a escribir Balzac escribo Balzar?) y le preguntó, sin darle más información, como titular un libro que acababa de Escribir. Tuvo lugar la siguiente conversación:
-¿Sale algún tambor?
-No
-¿Y alguna trompeta?
-Tampoco
-Entonces está clarísimo: «Sin tambores ni trompetas»