A una teta
Érase una mujer a unas tetas pegada,
éranse unas tetas superlativas,
éranse unas tetas globales y escribas,
érase un airbag muy bien inflado.
Era un balón de fútbol acompañado,
éranse dos embarazos algo altivos
éranse dos hipopótamos repanchingados,
era Pechón, en Cantabria, hiperbolizado.
Érase un doble barrigón de forma cervecera,
éranse unas pirámides de Egipto,
Veinticuatro Tribus de tetas era.
Érase un senísimo infinito,
muchísima teta, teta tan enorme
que en la cima de Babel la dejara pequeña